jueves, 6 de mayo de 2010

SEMINARIO 4. BUDO Y AGRESIVIDAD

El día 2 de marzo de 2010 tuvimos un seminario de la mano de Eduardo Muñoz Calvo, profesor de Budo, con alguno de sus alumnos a fin de conocer algo más sobre el budo y de poner en práctica nuevas técnicas de defensa personal relacionadas con este tipo de arte marcial.

Podemos definir el budo como una vía de realización para ir más allá del conflicto. La palabra budo está formada por dos ideogramas: Bu, que significa ‘detener el conflicto’, y Do, significando ‘vía de realización’.

Así mismo, el profesor nos comentó que el budo se le ha etiquetado, a través de los medios de comunicación, especialmente de la publicidad, como si únicamente fuera yoga o tai chi, o sea, como si fuese una técnica en particular, cuando en verdad el budo es el que engloba diversas artes marciales; o como algo que puede realizar todas las personas con un simple movimiento de manos o del cuerpo, cuando requiere de una serie de movimientos específicos que permitan conectar verdaderamente cuerpo y mente con la ayuda de un profesional.

El origen del budo remonta desde el instinto de supervivencia de todo ser vivo. El ser humano tiende por naturaleza a defenderse para proteger su especie de los agentes externos, como el clima, de los enemigos y predadores así como de las enfermedades. Esto ha sido uno de los factores por los que el budo saldría posteriormente a la luz. Así mismo, la prolongación de la especie ha sido un factor esencial para el desarrollo de conocimientos y técnicas de defensa que permitieran la subsistencia. El budo nació a raíz de que algunos guerreros, al estar acostumbrados a luchas y muertes constantes, tomaron conciencia en que lo importante de la naturaleza era preservar no solo la vida de uno mismo, sino también la que incumbe a los demás, es decir, la vida en general. Es por ello, por lo que el budo se basa en el principio de la Espiritualidad, relacionado con la Marcialidad: la marcialidad da lugar a la espiritualidad, y la espiritualidad produce compasión-comprensión en la marcialidad. Por esta razón, el objetivo del budo es transformar la agresión en la ‘no agresión’. Este aspecto fue resaltado por el maestro escenificando algunas situaciones con sus alumnos.

Como antecedente, encontramos el método Dllado China que tenía dos objetivos: la renovación de los músculos, tendones y el tratado de la médula. Se enfoca desde un plano energético.

En la actualidad, encontramos diferentes técnicas relacionadas con las artes marciales:

- Kung Fu: habilidad

- Chi Kung: energía

- Meditación: espiritualidad

- Samurai: que sigue el esquema de seguir-> vida -> marcialidad, relacionado éste con la espiritualidad.

En esta etapa los monjes querían trabajar con el cuerpo pero a su vez querían conseguir su armonía y paz interior. (En Japón, están los samurái que defienden los guerreros).



En la práctica, el budo sigue el esquema de filosofía- trabajo- cuerpo.

Eduardo nos señala así mismo 3 cuestiones acerca del budo:

- 1ª cuestión: el ser humano como ser orgánico, es decir, que es un ser vivo, que puede moverse con facilidad. No es un robot.

- 2ª cuestión: desarrollo de sus capacidades y habilidades relacionando las tres verdades:

o Verdad universal: a través de los principios de la física, el Yang, los cinco movimientos elementales, etc. Son aquellas leyes que nos afectan a todos.

o Verdad personal: el ser como globalidad de cuerpo, energía, mente y espíritu. Se refiere a cómo trabajar con tu cuerpo, aceptando tus propias condiciones.

o Verdad del arte: principios técnicos de cualquier arte o profesión. Es el aspecto de la técnica.

- 3ª cuestión: aceptación del conflicto y trabajo con él en la regulación de necesidad y accidentalidad. Supone aceptar la agresividad. El conflicto está dentro de todos nosotros, no podemos negarla.


El budo no es lo mismo que el karate. Karate: kara- = mano; -te= persona con las manos vacías.

Actualmente, encontramos a muchas personas que quieren evadirse de la sociedad. Es algo habitual. Hay dos reacciones que no son propias del budo: una es la de huida y otra es la de defenderse pegando. Ésta última tampoco es una solución del budo porque genera violencia. Con el budo debemos emplear algo más suave, sin necesidad de golpear. El arte marcial adquiere de esta forma un aire diferente: se pretende transformar la agresión en la no- agresión. Todos queremos descargar la agresividad pero no las consecuencias. Para el budo, el conflicto no es necesario, se parte de estar tranquilo para enfrentar al peligro.

Con esta explicación, el profesor de budo, nos muestra algunos ejemplos de cómo podemos evitar el enfrentamiento sin tener que golpear al contrario y sin hacerle daño, es decir, sin emplear la violencia.

El budo se puede utilizar para:

- transformar las emociones en sentimientos positivos. No es lo mismo emoción que sentimiento, emoción sería lo negativo y el sentimiento lo positivo.

- evitar situaciones de rechazo

- establecer una comunicación que va más allá de las palabras usando Cuerpo-Ser con Ser

- controlar situaciones de stress

- aprender a usar nuestro espacio interior y aprovechar eficientemente el espacio exterior

- convertir experiencias negativas en positivas

- transformar la agresión directa como energía y no hacerle resistencia, como clave esencial de todas las técnicas del budo.


A continuación nos explica el ciclo de producción/ creación, y es el siguiente:
Otros de los conceptos de especial interés es el Doyo, que es el lugar donde se practican las artes marciales. Do-: camino, vía. Una actitud de respeto es una condición básica para el doyo.

Por último, decimos que en el budo, no trabajamos con la realidad, sino de forma irreal, creativa, optimista, porque confiamos en que una buena información puede reeducar a las personas.

Tras finalizar la sesión en clase, fuimos a otro edificio de la universidad donde el profesor de budo junto con sus ayudantes, nos enseñaron algunas técnicas de budo que realizamos por parejas. Fue algo muy útil e interesante, ya que aprendimos a dejarnos llevar con el oponente, sin hacerle resistencia y sin emplear la agresividad. En general, ha sido un seminario bastante interesante con el que he comprobado que la mente es la parte de nuestro cuerpo más poderosa y que si la llegamos a controlar seremos capaces de conseguir la paz interior, sin necesidad de peleas ni stress. Por otro lado, me he dado cuenta que la sociedad emplea la violencia y la agresividad a casi todos los ámbitos de la vida, especialmente a la hora de defenderse o cuando alguien le agrede, y que no sabe utilizar su poder interno para hacer frente a este tipo de situaciones sin hacer daño a nadie, en lugar de hablar o de poner en práctica, como en este caso artes marciales como el budo. Es por ello, por lo que veo bastante práctico este seminario, más que nada para concienciarnos de que con la violencia no se llega a ningún sitio y de que solamente supone realizar un daño hacia uno mismo y hacia los demás.

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